Por Brenda Fajardo Olivares
18/12/2021
“Mi arte es tremendo. Yo siento que no alcanzaría todas las palabras para definirlo. Es una sabiduría maravillosa. Es definir cada comunidad, cada yanesha (…) cómo nos sentimos, cómo somos en cada parte de nuestra vida” (Medalith Ruffner Ramón).
Medalith es artista y lideresa indígena. En los últimos años se ha dedicado a impulsar junto a la Asociación de Artesanos y Artesanas de la comunidad Alto Purús de la provincia de Oxapampa, la sabiduría y potencia artística de sus antepasados. Fue seleccionada a participar de la Feria Nacional de Artesanía “Arte Nativa 2021” en representación del pueblo Yanesha. Ahí nos encontramos con ella y pudimos conversar. ¡Parasyos!
¿Hace cuánto que te dedicas a la artesanía?
Yo me dedico a este arte Yanesha desde el 2016. Desde ese año yo empecé con el hermoso trabajo con las semillas. El hermano Marcos, que es un gran artista yanesha que vive en Pichanaki, me enseñó la bisutería con las semillas y mostacillas. En el camino fui aprendiendo de otras hermanas así también de distintas capacitaciones.
¿Cómo definirías tu arte?
Mi arte es tremendo. Yo siento que no alcanzaría todas las palabras para definirlo. Es una sabiduría maravillosa. Es definir cada comunidad, cada yanesha, cada lugar, es recordar sobre nuestra forma de vivir en el bosque, en la chacra, en el río, las iconografías, nuestros instrumentos musicales, nuestros juegos, la forma de ver el mundo como Yanesha, cómo nos sentimos, cómo somos en cada parte de nuestra vida.
¿Cómo te hace sentir?
Yo me siento muy emocionada, muy contenta, muy feliz. Siento que tenemos que revalorar lo que nuestros antepasados nos dejaron. Cuando era señorita pensaba que no teníamos mucho valor, no me valoraba como tal, pero ahora al hacer cada pulsera, cada collar y cada tejido es como si mis antepasados estuvieran a mi lado y me estuvieran diciendo: “así tienes que hacer, tienes que dar a conocer”. Considero que lo más importante es enseñar, compartir lo que uno adquirió a los demás hermanos, hermanas, niños y niñas.
¿Por qué consideras importante difundir el arte Yanesha?
El arte yanesha es una riqueza ancestral que nuestros parientes nos dejaron. La importancia está en que no perdamos lo nuestro, no olvidemos lo que somos, lo que fue, lo que han tenido, lo que tenemos hoy. Es amplia la sabiduría de hacer utensilios para la casa, el hogar, la chacra, la vida cotidiana. Nosotros como artesanos y artesanas queremos recuperar, reivindicar y revalorar quienes somos. Nosotros queremos dar a saber que el pueblo Yanesha sí existe y que luchamos día a día para que muchas personas a nivel nacional e internacional conozcan nuestro arte.
Recuperar, reivindicar y revalorar…
Decir que somos Yanesha, que estos son nuestros conocimientos. El pueblo como tal ha sufrido mucho, pero nosotros siempre hemos sido valientes. Hay que hacer algo, yo me decía. Cuando me metí en esto de la artesanía, yo empecé a salir adelante, acudía a otros espacios, ferias, festivales, etc.
Cuando uno quiere hacer algo, puede mover
muchas cosas. Ya no solo se trataba de hacer artesanía y ganar dinero, esto va más allá, se trata de reivindicar. Mis antepasados han sido personas humildes. Tú llegabas y te invitaban masato, te compartían yuca o lo poco que tenían. Ahora, tanto ha sido el impacto del evangelio o la colonización que hemos dejado de lado la fuerza de nuestra identidad. A veces eso ha sido una debilidad para el pueblo Yanesha. Por ejemplo, hoy en día muchos jóvenes no quieren ponerse el vestido o la cushma. Me miran raro cuando me la pongo. No queremos ser raros, queremos ser cotidianos.
¿Cómo se están organizando para la promoción de su arte?
Ahora con las capacitaciones, estamos tratando de impulsar el trabajo de artesanía con las mujeres, incluyendo también a niños y jóvenes. Como asociación tratamos de participar todos los
años, a pesar que vivimos muy lejos de la concentración de festivales. Pese a las adversidades y trabas, me encuentro ahí detrás, buscando entrar en algún evento. Estamos avanzando de a pocos, pero siempre firmes. Es un trabajo con mucho sacrificio, muchas desveladas, mucha dedicación y perseverancia. A veces no vendes mucho o casi nada y esto de puede desmotivar, pero ahí está la fuerza de cuánto quieres y deseas esto.Estamos trabajando para compartir nuestra identidad cultural. Gracias a la permanencia de querer luchar por el pueblo, nos encontramos aquí.